El factor sorpresa
Se podría decir que uno de los problemas claves y principales que encuentra la realización de servicios de vehículos de transporte con conductor viene dada por el factor sorpresa o incertidumbre.
Desde inclemencias meteorológicas como la lluvia intensa, el granizo, vientos fuertes, nieve o condiciones de extremo frío o calor, hasta averías e incluso situaciones de emergencia sanitaria. Los gestores son los responsables de hacerles frente a todos estos inconvenientes con inteligencia y eficacia, garantizando la seguridad de sus conductores, pasajeros y vehículos al 100% durante cada trayecto.
De no ser así, las consecuencias para tu empresa de transfer podrían ser nefastas: riesgos reputacionales, pérdidas económicas, aumento de costes, etc.
3 claves para la anticipación
¿Pero cómo tener éxito en estos difíciles escenarios? La solución pasa por anticiparse a los acontecimientos y verlos como un desafío que podemos superar con un poco de implicación, organización y constancia.
Mantenimiento periódico
Aunque llevar a cabo un mantenimiento preventivo de forma habitual requiere tiempo y dinero, también es sinónimo de tranquilidad y acaba siendo una gran inversión.
Un vehículo con una pieza en mal estado tiene 10 veces más probabilidades de tener un accidente. Por lo tanto, los costes que supone una revisión constante de los componentes del coche como ruedas, bujías, frenos o amortiguadores, entre otros, son muy inferiores al coste que deberás pagar si tienes la mala suerte de que se produzca un accidente por culpa de no hacerlo.
Dicho esto, una buena manera de controlar esta gestión es elaborar un checklist con los componentes a revisar. Se recomienda seguir en todo momento las indicaciones de análisis de los fabricantes del componente, evidentemente por su fiabilidad.
Formación de conductores
Otro elemento importante a tener en cuenta para hacer frente a las contingencias imprevistas es la capacitación de tus conductores.
Además de saber leer mapas, conocer las rutas más rápidas y respetar la normativa de circulación, los conductores deben tener intrínsecas otras habilidades de tipo mecánico y de resolución de problemas como: comprobación de niveles, hinchado de neumáticos, cambio de neumáticos, instalación y desinstalación de cadenas, descongelación de lunas, conocimiento de medidas sanitarias, primeros auxilios, buen uso de señalizaciones de emergencia, etc.
En cuanto a este último tema, es importante destacar que desde el 1 de julio ya puede usarse la señal V16 en sustitución de los triángulos y el chaleco, cuando se tenga que realizar una parada por causas imprevistas.
Se trata de una luz de emergencia de color amarillo que se fija mediante un imán a la parte visible más alta del vehículo, evitando tener que salir y, por ende, situaciones de peligro como atropellos.
Poner en marcha un plan de contingencia
La organización es el pilar esencial para cualquier empresa, ya lo vimos en la entrada anterior sobre la importancia de la digitalización documental.
Un plan de contingencia que contemple rutas alternativas para los trayectos más frecuentes de tu zona es indispensable para tu negocio, ya que en situaciones adversas probablemente necesites tener un plan B e incluso C.
Por otro lado, es muy recomendable que incluya un chequeo extra antes de cada salida con una serie de exigencias específicas previamente fijadas para cada situación que se pueda acontecer.
Para completar tu plan de contingencia, te recomendamos llevar un seguimiento de las incidencias que se produzcan en la realización de tus servicios. El software de gestión de flotas VeoTransfer te ofrece esa posibilidad de control, ya que a través de la app de conductores VeoTransfer, los conductores pueden comunicar las incidencias que vayan surgiendo para que puedas solucionar cualquier contratiempo rápidamente y de forma fluida.
